Ernesto Baffa una gloria del bandoneón, nació en el barrio de Floresta, en Buenos Aires, un 20 de agosto de 1932.

Era hijo de un albañil que había emigrado desde Cosenza, Italia. Desde niño estudió música y debutó en la orquesta de Héctor Stamponi en 1948.

En 1953 ingresó en la de Horacio Salgán sustituyendo nada menos que a Leopoldo Federico como primer bandoneón, y permaneció en esa orquesta hasta su disolución, en 1957.

Además pasó por las formaciones de Francini-Pontier, y luego por las de Alberto Mancione, Alfredo Gobbi, Pedro Láurenz y Pedro Maffia.

Su excelente sonido y su dominio del instrumento quedaron expresados cabalmente en muchos de los solos que realizó con aquella agrupación, como “Responso”, “Entre tango y tango” y la milonga “Homenaje”.

En 1959, pasó a la orquesta de Aníbal Troilo, en la que permaneció casi 15 años. Poca gente conoce que, en sus últimos discos, Baffa era quien hacía los solos.  Pichuco dirigía, pero los solos se los confiaba a Ernesto.

Luego integró agrupaciones como la famosa orquesta BAFFA-BERLINGIERI.  Junto al genial guitarrista Ubaldo De Lio formó el cuarteto BAFFA-DE LIO, con el cual realizó innumerables presentaciones, tocando varios años en el conocido local de tango ¨El viejo Almacén¨. En sus comienzos, el cuarteto fue integrado por Rubén Nazer en piano y Gabriel De Lio en bajo eléctrico. Luego, la formación quedaría compuesta por Ernesto Baffa en bandoneón, Ubaldo De Lio en guitarra, Ado Falasca en piano y Sergio Paolo en bajo eléctrico.

En muchas ocasiones, Ernesto Baffa se presentó con su trío, cuya conformación fue cambiando a través del tiempo, variando de bandoneón, piano y bajo eléctrico a bandoneón, guitarra y bajo eléctrico. Los tríos más conocidos del Maestro fueron integrados por Oscar De Elia en el piano, Juan José ¨Pichi¨ Sandri y Rubén Castro en guitarra, con el acompañamiento en el bajo eléctrico del músico Sergio Paolo, con quien trabajó por más de 13 años.

Confeso fanático del Club Independiente, se destacan entre sus obras los tangos “Para el amigo Luis Islas” y “Un tango para Bochini”.

En 1992 fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires por la legislatura porteña. Además, integró la Selección Nacional del Tango y, al frente de su Trío, con Osvaldo Berlingieri y el contrabajista Fernando Cabarcos, solía deleitarnos en el Café Homero.

Viajó con su música, su virtuosismo en el bandoneón y su pasión tanguera por Europa y Japón, donde tuvo un éxito extraordinario.

Su sonoridad orquestal reconoce una clara base troileana, y valiosas influencias de Astor Piazzolla y de Salgán que, combinadas, logran un estilo propio.

Protagonizó uno de los momentos de oro del tango en la década del 60. Era sinónimo de bandoneón. Su obra discográfica comprende más de 60 álbumes, y el último lo grabó con un trío de guitarras acompañante, y obras propias y otras de diferentes compositores que incluyeron "Responso", "La Tablada", "Danzarín", "BB" (por las iniciales Baffa-Berlingieri), "Chiqué, y "Quejas de bandoneón".

Ernesto Baffa falleció en abril de 2016, a los 83 años, cuando su cuadro se había agravado luego de una caída que le produjo la fractura de su cadera. Permaneció internado durante dos meses y medio en una clínica porteña, y su hijo declaró: "Se fue en paz, se fue con Troilo"

Dijimos que era sinónimo y leyenda del bandoneón, por eso lo escuchamos en “Quejas de Bandoneón” con acompañamiento de guitarras.

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