Con la publicación de los respectivos decretos, el gobierno santafesino iniciará en las próximas horas el camino para designar tres nuevos ministros de la corte suprema de justicia, que ocuparán sillas cortesanas de ministros que pusieron fecha a sus renuncias para el segundo semestre del año 2026.

 Las nominaciones que confirman fuentes de la Casa Gris serán para Diego Luis Maciel, secretario administrativo del Senado provincial y hombre de confianza del senador Felipe Michlig. En sus manos hoy está el manejo operativo de la cámara alta y de excelente relación además con otras fuerzas políticas.

 Otro de los propuestos será el actual Juez Federal con asiento en Reconquista Aldo Alurralde. Se trata de un magistrado de reconocida trayectoria y respetado por propios extraños. Supo construir un perfil de una tarea ligada a la lucha contra el tráfico de drogas, no exenta de críticas a las herramientas que el Estado le dio para tal fin. Cumple además con la necesidad de un “reparto geográfico” de la integración de la corte. Más allá que nació en Santa Fe, su trayectoria está ligada al norte santafesino.

 Por último, la mujer propuesta será Jorgelina Genghini. Se trata de una abogada rosarina, integrante de la Federación Argentina de colegios de abogados, de cercanía radical y esposa de quien fue presidente del Colegio de abogados de Rosario y funcionario Ignacio del Vecchio.

 En los tres casos, iniciarán su camino con la remisión de los pliegos al Poder Legislativo y luego esperar la asamblea legislativa para votar las designaciones.

 Son el reemplazo de las anunciadas renuncias del designado para 2026 presidente de la Corte Rafael Gutiérrez, del cortesano Eduardo Spuler y del actual presidente del cuerpo, el rosarino Roberto Falistocco. Los tres se irán del tribunal en los meses de setiembre y noviembre próximo.

 De esta manera, el gobierno provincial de Maximiliano Pullaro cumple con la renovación total del alto tribunal, uno de sus objetivos planteados.

 En tanto, quien fuera presidenta del Concejo Municipal de Santa Fe, la radical Adriana Molina, será a quien nomine el gobierno para ocupar un asiento en el Tribunal de Cuentas. Molina, ligada al radicalismo y en especial al exintendente José Corral, es una dirigente nacida en San Luis, pero radicada desde sus tiempos estudiantiles en la ciudad de Santa Fe.

 Su pliego también deberá trasponer un tiempo de análisis y opinión de la sociedad para luego ser refrendado por diputados y senadores provinciales.